Era suave... cálido, y se deslizaba entre mis dedos dejando más de ese rastro carmín. La sangre que comenzaba a perder su humedad resecaba mi piel, teniendo que hacer esfuerzo para estirar cada falange. No podía dejar de mirarlo... tan rojo y luchando por sobrevivir...
Por mi vientre se arrastraban aquellas cosas sin forma, quería mirarlo más y más ese color del pecado... llevarlo hasta mis labios... probar el metálico sabor. Volverse loco, como un depredador encariñado con el líquido rubí ...
↕ Sweet Pool •
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